Sobre el cielo

Hay un barrio a medio construir
en la ciudad
donde los solares son como
fueron siempre
y el cielo es azul cobalto
y rojo furia a ciertas horas
con su ombligo bajo
trazado de violetas y naranjas
y ante él
hay plantada
como en un desafío ridículo
una sola finca
rodeada de malas hierbas
y espacios vacíos
y escombros de fábricas viejas
que suenan al andar
como suelos de pisos troceados
con azulejos de otras épocas
mordidos entre la piedra y la gravilla

la tarde se cierra y cae del todo
el barro y el viento
aun sacuden
este reducto inesperado
de solares y silencios
e inclina mis
visiones
a esas luces que iluminan
allá arriba
alejando la oscuridad
de los espacios acogedores
que son vuestros hogares

os veo,
pantallas planas os alumbran
con mensajes de whatsapp
cerca de los pechos

os veo,
de un lado a otro
rodeados de
luces cálidas
y azul cocina
y miro vuestra actividad siluetada
entre persianas y colmenas
colgadas
sobre mi cabeza
a la altura del cielo
y bajo mis pies
la gravilla retrocede
maleable
hasta hacerse pavimento.

me gusta
ver las sombras
a través
de esos huecos,
qué interiores
tan acogedores
cuando
no hay luz
para la noche
y nada dura
sobre el cielo.